Descripción
Dicen que Bangkok nunca duerme. Que huele a calle, a comida, a fruta recién cortada.
Y en medio del caos, hay calma. Entre el sonido de motores, se escucha a vendedores que cantan precios y el murmullo de los turistas intentando un regateo imposible, de pronto un mercado de frutas… ¡en el agua!.
Barcas llenas de colores, de mangos dulces que se parten con la mano, de risas que no entiendes pero contagian.
Todo huele a algo nuevo, a algo dulce e intenso. Esta vela huele a eso, a una fruta que no se disculpa por ser tropical, a un día que empieza sin saber cómo acabará, y a un lugar que no se parece a nada, pero que se queda contigo para siempre.
Elaborada con fragancias de Grasse, la cuna mundial de la perfumería.
Notas Olfativas:
- Salida: naranja, mango y pomelo
- Cuerpo: papaya, leche de coco y arroz
- Fondo: coco, melocotón y pistacho
Peso: Disponible en formato 210 gramos y 100 gramos
Cera de Soja 100% Natural
Fragancias sin tóxicos
Mecha de madera (opcional de algodón)
Duración aproximada: 35-40 horas / 18-20 horas.
En la presentación grande incluye caja con ilustración temática.
Todas nuestras velas se entregan en una caja de madera reutilizable, cuidando cada detalla para ti y para el planeta. Puede haber variaciones de color en la madera en función de la disponibilidad.
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